Raíces: cine sobre la colectividad

Por Verónica Ortiz Cisneros

El registro audiovisual ha sido un recurso persistente del Estado para vincularse con las y los integrantes de diversos pueblos originarios en el país con distintos fines.

Desde su creación en 1948 el Instituto Nacional Indigenista inició su registro audiovisual a fin de establecer vínculos y dar a conocer políticas y acciones relacionadas con poblaciones indígenas al resto de la población. Cabe destacar que su creación buscó también desarrollar el indigenismo de integración que buscaba, de acuerdo con la definición del doctor Alfonso Caso Andrade y Gonzalo Aguirre Beltrán, “una actitud y una política y la traducción de ambas en acciones concretas” (Alfonso Caso “Los ideales de la acción indigenista”. Realidades y proyectos, 16 Años de trabajo, p. 11, vol. X, 1964). En este caso la actitud y la política se referían a una postura de igualdad e integración de las comunidades indígenas al resto del país.

En este proceso, la presencia de distintos directores (sí, puros hombres, no se sorprendan) como Juan Carlos Colín, Óscar Menéndez, Luis Mandoki, Rafael Montero, Luis Lupone, Juan Francisco Urrusti Alonso, José Arenas, Nacho López, Epigmenio Ibarra, Grupo Cine Labor, Alberto Cortés, Jaime Riestra, Federico Weingastshofer, Rafael Montero y Dominique Jonard, entre otros, generó una rica producción documental que resguarda la ahora Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Ahora este acervo cuenta con 2849 rollos en 16 mm, 11 mil en video (material de stock) y 102 producciones editadas de cine y video, de las cuales 48 son películas de 35 y 16 milímetros (remasterizadas con corrección de color y sonido), así como 56 producciones en video. A este acervo se suman más de 12 mil fonogramas y más de 340 mil imágenes fotográficas sobre comunidades indígenas. 

La vida de una familia ikoods. Cortesía FilminLatino

El 20 de mayo, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) abre su acervo a través de FilminLatino y estrena Raíces, cine sobre la colectividad, llevando a cabo el streaming del acervo con material que es quizás de lo más interesante de estos registros. Se trata de tres producciones desarrolladas durante el primer Taller de Cine Indígena que realizó el INPI en 1985, por las tejedoras ikoods de San Mateo del Mar, Oaxaca: Teófila y Elvira Palafox, Justina y Guadalupe Escandón, Juana Canseco y Timotea Michelín.

Reproducidas en una lógica temporal, las películas Teat Monteok, El cuento del Dios del rayo, Una boda antigua y La vida de una familia ikoods, muestran aspectos de esta comunidad desde las perspectivas, lengua y narrativa de sus habitantes, de ahí su enorme valor. También del hecho de que las realizadoras sean todas mujeres, lo que sumado al contenido sugiere una sociedad más igualitaria (mera hipótesis).

Teat Monteok, El cuento del dios del rayo, de Elvira Palafox Herranz, alterna la narración de la historia de la creación del pueblo ikoot con imágenes de la vida cotidiana de esta comunidad en esta zona de la costa de Oaxaca. La mezcla de la épica que implica un viajero dentro de una ballena y a dioses poderosos que buscan el bienestar de los habitantes de la comunidad, con las imágenes de los pescadores, la abuela, los tejedores de redes y demás habitantes da como resultado una poética particular y sutil enraizada en la tradición de la narración oral.

La vida de una familia ikoods. Cortesía FilminLatino

Una boda antigua, también dirigida por Elvira Palafox Herranz, retrata y reproduce costumbres antiguas del cortejo. Resuelve también la abrupta ausencia de sus actores hacia el final de la producción dándole salida al material audiovisual registrado.

Finalmente, La vida de una familia ikoods, de Teófila Palafox, documenta aspectos de la vida comercial de la comunidad donde las mujeres juegan un papel protagónico como productoras, administradoras y negociadoras de los recursos. Esta película fue nominada a un Ariel como mejor mediometraje documental en 1988.

La riqueza de estos materiales reside en que se produce lejos de la mirada condescendiente de la colonización, y en que amplía las narrativas y miradas cinematográficas no solo de ese tiempo, sino del que corre actualmente. Son creaciones originales y únicas que se llevan a cabo con un espíritu lúdico y libre que nos acerca a los principios más básicos de la cinematografía, acercarnos a una mirada ajena y compartirla. Permitirnos eso y lo que de allí surja.

Verónica Ortiz Cisneros. Soy comunicóloga, actriz y cantante. Miembra de Ya es Hora. He colaborado como Directora de Difusión y Programación de la Cineteca Nacional, entre otras organizaciones, y actualmente encabezo el área de Publicaciones del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) a nivel global. Amo las lentejuelas, el cine y siempre voy a pie.

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