Por Verónica Santamaría
Con los retos que implica la crianza de dos hijos, la escritora Laura Santullo y el cineasta Rodrigo Plá dedicaron una década de trabajo para presentar el largometraje El otro Tom (2021). La película habla del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en las infancias, y la medicación que las instituciones recomiendan muchas veces para tratar este trastorno del neurodesarrollo, uno de los más frecuentes en la niñez.
En la película, Santullo y Plá muestran su preocupación por el asunto que, como padres, los lleva a acercarse al mundo de las infancias, las escuelas, las expectativas que hay en torno a las niñas y los niños, de su salud mental y su rendimiento escolar. «Una serie de cosas que nos fueron llevando de manera natural a acercarnos al tema del trastorno por déficit de atención e hiperactividad en particular», señala la escritora en entrevista para Lumínicas.
En 2018, Santullo presentó la novela El otro Tom y, en esta ocasión, retoma la historia para llevarla a las salas de cine. Tom es un niño que comienza a presentar problemas serios de comportamiento de los que Lena, su madre, comenzó a percatarse sin imaginar que se trataría de TDAH, según el diagnóstico que le dan acerca de su hijo.
Lena —Elena en la cinta, interpretada por Julia Chávez— es madre soltera y vive de los recursos que provienen de los servicios sociales y un modesto empleo que les permite complementar los gastos. Con el diagnóstico de Tom y el sometimiento al tratamiento médico que el niño tendrá, ambos atravesarán una serie de cambios sociales y emocionales.
El otro Tom conlleva también un sustento de investigación que tanto Santullo como Plá realizaron, asesorados por los padres de Rodrigo Plá, que son psicoanalistas, previo a realizar la novela y la película.
«Fuimos abordando el TDAH y después aterrizando en que lo que más nos importaba de todo esto. Era buscar un vínculo entre una madre y un hijo, y a través de ese lazo poder contar algo más amplio y que tiene que ver con la complejidad de la maternidad y la paternidad. De lo complejo que es ese mundo y de lo múltiple que hay ahí», señala la autora.
Lumínicas conversó con los creadores acerca de cómo fue el rodaje de la película, dificultades en la filmación, la pandemia y del arte para abordar temas como la salud mental, la violencia y las infancias a partir de la literatura y el cine.
Lumínicas: ¿Qué te ha llevado a trabajar temas como las infancias y la violencia?
Laura Santullo (LS): El tema, en buena medida, tiene que ver con los asuntos que le llegan a uno desde su franja, edad, las cosas que uno va viviendo. Te lleva a mirar las cosas con más atención que a lo mejor en otro momento de tu vida no reparamos o no de la misma manera.
Incluso desde los temas infantiles, directamente, fue escribir libros para mis hijos, les escribía un capítulo y se los leía de noche. Es un vínculo muy específico con el tema de los hijos, y en este caso es algo que compartimos con Rodrigo en torno a El otro Tom fue esta investigación en conjunto y que tuvo que, como padres, diría que rayaba en una cosa preocupante el hallar en una mirada tan sesgada en el tema de la salud mental de los niños.
L: ¿Hace falta ampliar el debate de la salud mental y la medicación a las infancias?
LS: Me parece que, efectivamente, hace falta ampliar el marco y naturalizar el hecho. Si es natural que vayas al medico cuando te duele una muela por qué no buscar ayuda o apoyo con terapeutas cuando hay otro tipo de dolores. Creo que el abordaje a través de las terapias si debiera tener una mirada más amplia en la sociedad y no asumir que la persona que va a terapia tenga una clase de locura.
Me parece igual de importante abrir la conversación no solo con terapeutas sino en general; el hecho de que las personas puedan hablar más de sus emociones. El naturalizar la idea de lo que a uno le ocurre es parte de la vida y no algo que deba ser privado.
Para Laura, más allá de El otro Tom, considera importante que estos temas de salud pública sean un debate constante, aún cuando la salud mental no es igual para todos y no es un foro, como sucede en El otro Tom donde el TDAH no es algo resuelto y sigue entre dichos.
«La idea de salud mental siempre debe estar moviéndose de sitio, cuestionado», añade Santullo.
L: ¿Cómo se sintieron durante la filmación?
Rodrigo Plá (RP): Fue un proceso muy disfrutable, tal vez porque ya es nuestra quinta película, nos acercamos y abordamos el proyecto con más calma y al mismo tiempo como una aventura al decidir instalar la historia en El Paso, Texas y Ciudad Juárez. Fue una inmersión en un mundo que no nos era tan cercano y de alguna manera descubrir personas donde los actores serían originarios de ahí hizo que los pudiéramos hacer.
L: ¿Qué retos tuvieron en esta década de crear El otro Tom?
RP: Siempre, el financiar las películas es algo complicado, creo que por eso se deben esos 10 años en buena medida. Costó financiar, tuvimos algunos rechazos en el IMCINE.
Entre las dificultades que hubo, tratamos de narrar en la película un año de trastorno del niño, y ese año implicaba cambios de estaciones, diferentes climas, todo eso tratar de conseguirlo en un lapso de 2 meses que fue que la filmamos. Era complicado. Hicimos varios cálculos, buscamos un espacio donde tuviera algo de nieve, la escena de nieve existía casi desde el principio, fue prácticamente de las primeras escenas que existen de la película. Todo ese cálculo y juego con el tiempo fue complicado.
Trabajar con actores no profesionales tuvo sus complejidades pero lo resolvimos bastante bien, ensayamos con ellos y el resultado fue más grato que las complicaciones. Tal vez la lengua también, el trasladarla al inglés fue una decisión para hacerla. Aprendimos con el tiempo a disfrutar los procesos.
L: ¿Son el cine y la literatura una forma de sanar después del tiempo de estar encerrados por la covid-19?
LS: La literatura y el cine han sido de los grandes compañeros en la pandemia, de alguna manera, en buena medida no nos volvimos todos locos porque veíamos películas y leíamos. Creo que fueron grandes compañeros y que de alguna manera, si a veces, cuando surge el sentido de lo artístico se menosprecia la labor del arte, de golpe descubrimos cuán fundamental era en la vida de las personas tener al arte.
RP: Opino lo mismo, un poco todas las disciplinas artísticas cumplen con una función de abrirnos a otras realidades, de reflejar la experiencia de vida a través de las diferentes disciplinas, más cuando estuvimos un tanto enclaustrados. El no estarlo viviendo en persona era como un tiempo muerto que teníamos, entonces a través de la mirada de los escritores, cineastas o de la música es que se nos ampliaba un poco las experiencias de vida, se nos ampliaba el panorama tomando en cuenta que pasaban poquitas cosas, pero pasaban.
El otro Tom de Rodrigo Plá y Laura Santullo tuvo su estreno nacional en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) como parte de la selección oficial en la edición 19; posteriormente la película podrá verse en salas de cine mexicanas.
Verónica Santamaría. Periodista y comunicóloga
titulada por la Facultad de Estudios Superiores Aragón UNAM.
Se tituló con un reportaje dedicado a la trata
de personas en varones. Escribe acerca de temas culturales,
principalmente, libros y cine documental con perspectiva de
género y derechos humanos. Además escribe historias
dedicadas a temas de medio ambiente en México.
Impartió un taller de periodismo cultural para medios digitales
con la CANIEM y fue parte del taller “Periodismo de datos
y visualización de información sobre medio ambiente y
reciclaje inclusivo’ de la Fundación Gabo.